Rutina cosmética facial básica con la Dra. Alba Sánchez Velázquez

Este post sobre una rutina de cosmética facial básica está escrito en colaboración con la Dra. Alba Sánchez Velázquez.

La Dra. Alba Sánchez es dermatóloga de la Clínica Eguren y del Grupo Pedro Jaén. También forma parte del equipo de Dermatología  del Hospital Universitario 12 de Octubre.

 Miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y del Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM), de la Academia Europea De Dermatología y Venereología (EADV) y de la Sociedad Internacional de Dermatoscopia (IDS).

¡Hola!

Hoy te queremos hablar de los pasos básicos de rutina facial que deberíamos realizar a diario. Los tratamientos en cabina, médicos y/o estéticos, son importantes y complementarios, pero es fundamental llevar a cabo una correcta rutina en casa, y ser constantes con ella.

Una rutina adecuada potenciará los resultados del resto de tratamientos que realicemos.

Lo ideal antes de recomendar una rutina sería hacer una valoración dermatológica, ya que en muchas  ocasiones encontramos determinadas patologías cutáneas que requieren un diagnóstico preciso y un tratamiento dirigido. No obstante, en líneas generales, y en pieles sin patología activa, estos serían los pasos básicos de una rutina facial:

Rutina de cosmética facial básica: limpieza facial de mañana

Limpieza + antioxidantes + hidratación y FPS (Factor de Protección Solar) 50+ son clave en cualquier rutina de cosmética facial básica.

  • Respecto a la limpieza, diremos que es imprescindible, siempre. Lo ideal sería utilizar un limpiador respetuoso con la piel.  Es recomendable utilizar un  limpiador Syndet (sin jabón). Dependiendo del estado de la piel, puede ser  beneficioso que contengan principios activos exfoliantes.
  • Antioxidantes: fundamentalmente la vitamina C, que tiene una acción importante frente al foto-envejecimiento combatiendo el estrés oxidativo. Nos ayuda a prevenir y tratar el desarrollo de manchas, arrugas finas y pérdida de luminosidad. Existen cosméticos que combinan la vitamina C con otros antioxidantes como el ácido ferúlico, la phloretina o la niacinamida.
  • La hidratante no será imprescindible en todos los casos. Debemos recordar que una piel deshidratada, “seca”, o mal llamada “sensible”, quizás esconda una patología detrás, que precisa tratamiento dermatológico.

FPS siempre (dedicaremos otro post a la fotoprotección). También es especialmente importante si por la noche utilizas transformadores.

Rutina cosmética facial básica: limpieza facial de noche

(Doble) Limpieza + activos transformadores, fundamental en la rutina de cosmética facial básica.

  • Doble limpieza: no sería obligatorio realizar una doble limpieza y se podría llevar a cabo en un solo paso. Pero, en caso de querer realizarla, ya sabes que consiste en una limpieza en dos partes:

En la primera parte, aplicamos un producto con base oleosa (aceite, leche)  y después, aplicamos un limpiador en base acuosa (jabón, gel). Otra variante consiste en utilizar en el primer paso agua micelar.

  • Activos transformadores: preferentemente se usarán por la noche. Entre ellos, encontramos los retinoides o los alfa/betahidroxiácidos.

Brevemente comentaremos que los hidroxiácidos son ácidos exfoliantes que son capaces eliminar progresivamente las células muertas de la superficie cutánea y estimular la renovación celular.

Dentro del grupo de los alfahidroxiácidos el más “famoso” es el  ácido glicólico ya que en función del pH al que se encuentre, tendrá una acción más exfoliante y queratolítica (pH bajo), o si se encuentra en fórmulas con pH mayores, deja de tener una función tan exfoliante, y es más hidratante. Muy utilizado como coadyuvante en el tratamiento de las hiperpigmentaciones por su acción despigmentante.

De los betahidroxiácidos, “el rey” es el ácido salicílico, exfoliante, seborregulador y bacteriostático, que es capaz de penetrar en los poros debido a su naturaleza lipofílica (afinidad por la grasa). Ideal para pieles acnéicas y/o con “exceso” de grasa.

Existen múltiples retinoides (todos ellos derivados de la vitamina A), pero cada uno tiene una potencia y actividad distinta. Algunos de ellos, como el ácido retinóico o tretinoína, necesitan una prescripción médica. Actúan regulando la proliferación celular, estimulando la producción de elastina y colágeno, y acelerando el proceso de regeneración de las células más superficiales de la epidermis.

Además, controlan el proceso de queratinización y poseen acción antiinflamatoria (muy útil en pieles con acné), así como despigmentante. Por tanto, van a aportar luminosidad, suavidad y uniformidad de la piel en cuanto a textura y pigmento (mejorando líneas de expresión, cicatrices, hiperpigmentaciones, melasma…)

Es importante conocer que son activos potencialmente irritantes, y  que la piel pasará por un proceso de “retinización” (descamación, enrojecimiento, sequedad, picor…) antes de conseguir tolerancia. En este punto, el papel del dermatólogo es fundamental para elegir el tipo de retinoide, la concentración y la frecuencia de aplicación necesarias para controlar estos efectos y obtener el resultado deseado.

Menos es más

Recuerda que a veces menos es más y que no consiste en aplicar muchos productos/activos distintos, sino en encontrar los más adecuados para ti.

Esperamos que te haya resultado interesante y te sirva de utilidad para crear tu rutina de cosmética facial básica. Y si necesitas algo, en Estética de la Mirada estamos para ayudarte.

¡Hasta la próxima semana!

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