FHOS Y PROCYON TRATAMIENTO

Fhos y Procyon: una alternativa real a la medicina estética

¿Has oído hablar de Fhos y Procyon? Se trata de un tratamiento revolucionario que supone una alternativa real a la medicina estética. ¡Y en Estética de la Mirada nos tiene enamoradas! En este artículo te contamos exactamente en qué consiste, cuáles son sus aplicaciones y protocolos y cómo puede ayudarte a mejorar la calidad y salud de tu piel.

¿Qué es Fhos y Procyon?

Cuando hablamos de Fhos y Procyon nos referimos a la combinación de una cosmética muy especial con una plataforma lumínica única en el mundo. Como veremos un poco más abajo, la unión de ambos da lugar a los destellos faciales: un tratamiento altamente efectivo que está marcando un antes y un después en el sector de la estética.

Pero antes de llegar ahí, conozcamos un poco más sobre Fhos y Procyon.

Fhos Bioluminiscente, una nueva cosmética

Fhos bioluminiscente es una línea cosmética (o nanocosmética, mejor dicho) que está compuesta por activos de muy bajo peso molecular. Esto hace que su capacidad de penetración sea mucho más efectiva, pero no solo eso. Los productos bioluminiscentes tienen la capacidad de potenciar sus efectos con la luz. Es decir: al exponerse a una fuente de energía lumínica, sus activos aumentan de tamaño y son capaces de vectorizar en las capas más profundas de la piel, consiguiendo resultados únicos.

Ahora bien, ¿qué entendemos por energía lumínica?, ¿todas las fuentes son igual de válidas?

La gran ventaja de Fhos bioluminiscente es que puede activarse con cualquier tipo de luz, ya sea la propia luz solar o una aparatología específica. De hecho, además de la línea cosmética profesional, Fhos cuenta con una selección de uso personal que sigue siendo igualmente eficaz (más aún si se combina con una máscara de LED).

Sin embargo, si existe una fuente capaz de marcar la diferencia. Y es aquí donde tiene sentido el combo Fhos y Procyon.

Procyon, un nuevo concepto de aparatología

Cuando hablamos de plataformas lumínicas lo primero que nos viene a la mente son sistemas como la IPL o el láser. Pero Procyon va mucho más allá. Además de hacer las funciones propias de este tipo de aparatología, es capaz de concentrar la mayor energía lumínica sin carga térmica, lo cual nos ofrece dos ventajas considerables frente al resto:

  1. Sin límites: al no aportar calor, no existen riesgos. Podemos trabajar con Procyon en cualquier época del año, sin necesidad de tener que suspender nuestros tratamientos estéticos en verano o en periodos de mayor exposición solar.
  2. Simbiosis perfecta: al proyectar el mayor aporte lumínico sin calor, Procyon se convierte en la plataforma ideal para trabajar Fhos. De hecho, esta aparatología ha sido diseñada expresamente para ello y es capaz de lograr la mayor vectorización de sus activos.

Fases del protocolo Fhos y Procyon

El tratamiento Fhos y Procyon trabaja a la velocidad de la luz. ¡Y nunca mejor dicho! Sus resultados se aprecian en tiempo récord (en la primera sesión ya podemos apreciar cambios visibles) y el protocolo apenas dura 15 minutos.

Consta de 4 fases:

  1. Limpieza: limpiamos la piel en profundidad para facilitar la penetración de los activos.
  2. Activación: aplicamos la máxima concentración lumínica para generar una catálisis en las moléculas bioluminiscentes asegurando su vectorización en las capas más profundas de la piel.
  3. Estimulación: potenciamos la estimulación de la piel, favoreciendo la segregación y síntesis de ácido hialurónico, colágeno y elastina.
  4. Finalizado: dejamos la piel preparada para que siga trabajando una vez realizado el tratamiento.

Destellos Faciales

Con Fhos y Procyon podemos realizar una multiplicidad de tratamientos, destinados a tratar las distintas necesidades en los diferentes tipos de piel:

  • Piel deshidratada: este tratamiento está dirigido a aquellas personas que tienen carencias hídricas en su piel, con tendencia a descamarse, tirantez y falta de elasticidad. Como su nombre indica, aporta hidratación y suavidad, mostrando una piel de aspecto más jugoso y saludable.
  • Piel seca: aquí nos enfocamos a las pieles con carencias lipídicas, opacas y sin brillo. El tratamiento favorece la nutrición y luminosidad, dando a la piel un aspecto homogéneo, notablemente embellecido.
  • Piel grasa: tratamiento dirigido a las pieles engrosadas y con impurezas. Tiene un efecto seboregulador, capaz de finar los poros, mostrando una piel fresca y matificada.
  • Piel sensible: dirigido a personas con la piel reactiva, con rojeces o picazón. Restaura la microcirculación, optimizando la función de barrera de la piel. Piel hidratada, confortable y jugosa.
  • Piel envejecida/Arrugas: para pieles envejecidas a nivel global, con arrugas y surcos marcados. Atenúa visiblemente los surcos y arrugas, dando un aspecto más bello y homogéneo al rostro.
  • Piel envejecida/Flacidez: dirigido a las pieles envejecidas, con vacíos dérmicos y flacidez. Consigue una fiel más firme y repulpada, de aspecto homogéneo.
  • Piel con imperfecciones: este tratamiento se enfoca en las pieles con relieves cutáneos, engrosadas, con marcas y/o cicatrices. Aporta suavidad y frescor, atenuando notablemente las marcas.
  • Carbón activo: dirigido a todo tipo de pieles con necesidades de limpieza para trabajar los anti-estetismos cutáneos. Este tratamiento deja la piel preparada y receptiva para otros tratamientos o productos, profundamente limpia y sin impurezas.
Fhos y Procyon: piel con imperfecciones
Fhos y procyon: cuello y escote
Fhos y Procyon: surco nasogeniano

En resumen, la combinación de Fhos y Procyon ha supuesto toda una revolución en el sector de la belleza ya que nos enfrentamos a un tratamiento multidisciplinar, capaz de tratar todas las necesidades y tipologías de piel. Un protocolo no invasivo capaz de obtener resultados desde la primera sesión, igualando en muchos casos los tratamientos de medicina estética.

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